Videoconferencia entre alumnos de 6to A y docente

Las ganas por querer compartir un momento único siempre estaban latentes. El vivir la experiencia de conectarnos mediante una pantalla era el desafío. Es por ello que entablamos una videoconferencia (conmigo, la docente) en donde cada uno tenía un rol específico en cuanto al quehacer aúlico.

La propuesta estaba en marcha, habíamos iniciado la escritura de nuestros primeros borradores en las netbooks, incluí hoy, además, los Ipads para poder realizar dibujos o tomar fotos para ir pensando en armar y diseñar una stoytelling en parejas.

A partir de allí, cada cual con su labor, me mudé de aula y comenzamos todo el intercambio; preguntas, dudas e instrucciones para subir, guardar el trabajo fue a través de la videoconferencia. Ellos estuvieron solos en el aula y yo podía verlos (cual era la dinámica que desarrollaban a través de la pantalla de la laptop). Todos fueron muy autónomos e independientes ya que sabían lo que tenían que realizar y lo que se esperaba de ellos. Me sorprendió la manera en que trataban de entender mis sugerencias y seguían los pasos para poder realizar tal o cual acción o función.

Creo que fue una experiencia enriquecedora en donde se instaló y comprobó una nueva modalidad que se puede llevar a cabo en cualquier oportunidad, ya que fue muy bien aceptada por los alumnos.

Aquí les muestro de qué manera funcionó el aula y la videoconferencia:

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